jueves, 19 de marzo de 2009

LA TEMPORIZACIÓN EN EDUCACIÓN


Los llamados tiempos escolares, la jornada escolar y el calendario, son un tema recurrente en determina­das épocas o/y cuando se realizan determinadas reivindicaciones por algún sector de la comunidad educativa. Hablamos, por ejemplo, de las críticas a la mal llamada “semana blanca”, y de la reivindicación de la jornada continuada.
La jornada escolar más extendida es la partida, la tradicional. El problema se presenta cuando se preten­de cambiarla. Ahí está la cuestión, ¿el modelo de jornada deben imponerlo las administraciones o es compe­tencia de cada comunidad escolar?
¿Cómo está la situación en Europa?, ¿hay un único modelo?. ¿Qué está pasando en las distintas naciona­lidades y regiones?
La educación en los últimos años ha generado multitud de problemas en los centros con respecto a su estructura y organización para hacer frente, de una parte, a los cambios sociales, y de otra a la demanda paralela de calidad de enseñanza.
La implantación de la LOGSE lleva inexorable­mente a una nueva ORGANIZACIóN ESCOLAR fle­xible y, dentro de ella, la JORNADA es una variable más, sin que por ella misma tenga un peso fundamen­tal en el rendimiento del alumnado. Aún así, no hay duda de que una Jornada Escolar establecida autóno­mamente por decisión democrática de las comunida­des educativas y acompañada de un mayor aprove­chamiento de la infraestructura escolar, mejora en las condiciones de trabajo, más profesorado y personal en los centros, mayor dotación escolar y una oferta suficiente de actividades extracu rricu lares comple­mentarias, será un instrumento importante que mejore la calidad de la enseñanza y redunde en bene­ficio del alumnado, profesorado, personal no docente y comunidad educativa en general.
Consideramos que para lograr una NUEVA ORGANIZA­CÓN ESCOLARla Administración implícitamente la está exigiendo con la Reforma Educativa- se debe partir de las siguientes premisas:

1. La autonomía de las Comunidades Educativas para establecer por decisión democrática de todos los

sectores, el tipo de jornada que para sus centros consideren más adecuada.


2. El horario de los trabajadores y trabajadoras no tiene por qué coincidir con el del alumnado ni con el del centro.


3. Los centros han de permanecer abiertos mañana y tarde ofertando los servicios necesarios.


4.La Administración debe extender la oferta de comedores escolares a todos los centros que lo soliciten, atendidos por personal específico.


5. Las distintas administraciones públicas deben garantizar a todos los centros la financiación correspondiente a las actividades extracurricula­res, culturales y deportivas que necesiten.


6. Ha de garantizarse la igualdad de oportunidades educativas a todos los niños y niñas, ofertando más a quien menos tiene.


7. Han de mejorarse las condiciones de trabajo del profesorado, personal especializado y personal no docente para optimizar y obtener el mayor rendi­miento de su labor.



HORARIO ESCOLAR DEL ALUMNADO Y CURRÍCULUM A DESARROLLAR


El horario escolar del alumnado, en su duración y distribución, ha de buscar el máximo aprovechamien­to y rendimiento. Eso es posible mediante:


*Adecuada conjunción de períodos de trabajo con períodos de descanso.

* Metodología –dentro y fuera del aula- activa, cien­tífica e investigadora, superadora de la mera trans­misión y recepción pasiva.


La distribución del tiempo debe superar la actual mecánica horaria de períodos rígidos buscando períodos más amplios y flexibles, necesarios en una metodología activa. Los períodos de descanso, variables en duración y número, se han de adaptar a la edad de los niños y niñas.


Cada comunidad educativa debe tener la capaci­dad y competencia para establecer en su Plan de Centro la distribución concreta del horario.


La actividad escolar se desarrollará bien en centrosescolares, bien en centros o instalaciones dependien­tes de la Administración Autónoma o Local, o en ins­talaciones dependientes de entidades colaboradoras.


Para optimizar el rendimiento, unas mismas insta­laciones podrían acoger para actividades no regladas al alumnado de diversos centros educativos.



La Jornada Escolar en Europa

Bajo nuestro punto de vista, lamentable­mente, la organización burocrática de los cen­tros de Educación Infantil y Primaria ha fragua­do la imagen de una jornada escolar uniforme en la que horario del profesorado, del centro, del alumnado y de la formación educativa coin­ciden. Un sistema de organización de tiempos cada vez más cuestionado bien por necesidad: según (Husti 1992), para la enseñanza de nues­tra época se hace preciso utilizar tiempos mul­tiformes integrados en estructuras flexibles y móviles, lo cual puede suponer un punto neu­rálgico en la modernización de la enseñanza. Bien por convicción: para muchas personas afectadas (docentes, padres, madres, alumna­do), se trata de una jornada insatisfactoria tanto en lo pedagógico, como en lo laboral y social.

A menudo, cuando se habla de jornada escolar y sobre todo con algunas asociaciones de padres y madres sale indefectiblemente el tema del calendario escolar, en un intento por demostrar que los niños y niñas “tienen pocos días de clase, como para recortarles más la jor­nada lectiva”. Ante todo habrá que dejar claro que modelos de jornada continua no reducen en nada la carga lectiva.

Adjuntamos una tabla comparativa de horarios escolares en Europa. La novedad de los datos que se reflejan en esta tabla, quizá radica en que dadas las diferencias de organiza­ción del horario en los distintos países, se utili­za el parámetro de horas lectivas anuales (des­contados los recreos que en España son lecti­vos pero que no son contados en ningún país). Según estos datos España está en la media de horas lectivas anuales, ni somos quienes más horas tenemos, ni quienes menos. El tema de las vacaciones largas o no, nos vienen, por tanto, determinadas, sin ser muchas veces de gusto del personal docente, por motivos de tipo climático y cultural- religioso.

De entre estos países tienen jornada conti­nua Alemania, Dinamarca e Italia, sin duda reconocidos como desarrollados. En estos tres países la importancia de las actividades de tiempo libre, desarrolladas por la escuela, por los municipios y en el marco del vivo asociacio­nismo presente en sus sociedades, tiene en general un fuerte protagonismo. En realidad, la escuela no termina con las primeras horas de la tarde, sino que se prolonga. En Italia están en el empeño de implantar la jornada de “tempo pieno” (tiempo completo) para la enseñanza elemental.

Grecia tiene una jornada única (como ocu­rre también en algunos centros portugueses) de mañana o de tarde debido a la rotación de alumnado en los centros, ya que faltan centros escolares.

En cuanto a Luxemburgo se mantienen dos días a la semana con jornada sólo de mañana y en Francia un día a la semana (miércoles) tam­bién de jornada de mañana.

Por otra parte podemos constatar diferen­cias entre el calendario del alumnado europeo entre los 7 años y los 10 años. La comparación de ambos datos en los distintos países nos muestran que en la mayoría de ellos existe un incremento de horas conforme se van haciendo mayores los chicos y chicas. De esta forma Dina­marca, Alemania, Grecia, Irlanda, Austria, Finlan­dia Noruega... diseñan calendarios anuales de alrededor de las 600 horas para sus estudiantes de hasta los siete años de edad; unas 200 horas menos que para la edad de 10 años . Esta distri­bución del tiempo hace que en la realidad el alumnado español más joven esté a la cabeza de horas lectivas recibidas en el entorno europeo.

En España nuestras queridas Administracio­nes harían que esta organización, que a primera vista puede parecer más racional, para el niño y la niña fuera impensable: ¿distintos horarios del alumnado? ¡imposible!. Para quienes hablan de racionalidad del calendario, decir, que hasta los 10 años de edad , España ocuparía el 8º lugar en cuanto a horas lectivas se refiere a muy poca distancia de los que le preceden.


Cuando hablamos de calendarios en el entorno Europeo no estaría mal aportar un dato, para no perderlo de vista sobre el calen­dario del profesorado. Según datos de la OCDE la media de horas trabajadas con el alumnado se sitúa en 646 horas anuales. El pro­fesorado español trabaja 900 horas y ocupa el cuarto lugar detrás de Suiza, EEUU y Países Bajos y a gran distancia de los que le suceden, donde el profesorado trabaja 660 horas en Francia y 576 horas en Suecia. De entre los cuatro países en los que el profesorado perma­nece más horas con el alumnado, España es el país que menos cobra con diferencia.

En nuestra mano está, por tanto, ir camino de sistemas educativos más integrales educati­vamente hablando y más parecidos a los de Alemania, Italia o Dinamarca o estancarnos en posiciones reaccionarias, para las que en defen­sa de nuestro actual sistema de tiempos escola­res no se necesita más argumentos. En nuestra mano está pedir más gasto en educación (el de España si que es de los más bajos de la Unión Europea), caminar hacia jornadas escolares y laborales más flexibles y hacia un modelo de educación integral que utilice todos los recur­sos que la sociedad tiene. Al cuestionarnos el actual sistema de horarios escolares es proba­ble que afloren todas las carencias educativas, y quizá también forcemos a su solución.

PAISES

CARGA

DIARIA

DIAS AL

AÑO

CARGA

ANUAL

BELGICA

280’

182

849h

DINAMARCA*

216’

200

720h

ALEMANIA*

227’

188

712h

GRECIA*

261’/270’

175

761h/788h

ESPAÑA

270’

180

810h

FRANCIA

282’

180

846h

IRLANDA

280’

183

854h

ITALIA *

270’

200

900h

LUXEMBURGO

265’

212

936h

PAISES BAJOS

300’

200

1000h

AUSTRIA

250’/208’

180/214

750h

PORTUGAL

300

175

875

FINLANDIA

207’

190

656h

SUECIA

178/190

INGLATERRA/GALES

282’

190

893h

IRLANDA NORTE

300’

190

950h

ESCOCIA

300’

190

950h

ISLANDIA

240’

160

640h

LIECHTENSTEIN

270’

200

900h

NORUEGA

261’

190

827h

BULGARIA

200’

165

550h

REPúBLICA CHECA

216’

184

662h

HUNGRíA

225’

185

694h

POLONIA

207’

185

638h

RUMANíA

230’

170

652h